Este bar-restaurante contaba con planta baja y entreplanta, y había estado regentado por diversos inquilinos que habían ido haciendo diferentes reformas y modificaciones. Llegado un momento, el propietario decide dar un nuevo aspecto al establecimiento.
Teniendo en cuenta que la entreplanta no reunía las condiciones mínimas de altura, se decidió la reforma completa del local, incluyendo el derribo de la entreplanta.
Tras analizar las diferentes opciones se realizó el proyecto de reforma completa, así como el estudio de decoración y acabados y tras los trámites oficiales, se procedió a la ejecución de las obras.
Se realizó el derribo completo de la tabiquería interior, la entreplanta, los revestimientos, los falsos techo, las instalaciones y los suelos. Con el local totalmente vacío, se procedió a la insonorización del perímetro, el techo y el suelo, posteriormente se realizó el levantado de tabiques de distribución, para terminar con las instalaciones y acabados.